lunes, 2 de julio de 2012

La Caligrafía

El crecimiento de la tecnología de la información a finales del S. XX y principios del XXI es la culminación de un proceso que empezó casi un Siglo antes, con la invención de la máquina de escribir. Ya no existe a partir  de entonces necesidad  de escribir con letra clara y tangible, y las habilidades con el teclado se han hecho mucho más importantes que la letra. 



 Quizás debido a esta dependencia de la tecnología y las perfecciones mecánicas que ésta crea, paradójicamente, mucha gente hoy aprecia el arte táctil de la caligrafía.

 Los calígrafos modernos disponen de una rica herencia de escrituras latinas desarrolladas a lo largo de 2.000 años. La mayoría sin fácilmente inteligibles, y hasta las escrituras que han quedado en desuso tienen muchas características que se pueden incorporar y adaptar a la caligrafía moderna.

El alfabeto que usamos hoy en día fue adquirido por  los ro anos a partir de los etruscos. Los romanos  añadieron las letras griegas Y y Z, con lo que el total ascendia a 23. La J,U y W fueron  añadidos  medievales para acomodarse a otros valores fonéticos.

La herencia caligráfica más importante que debemos a los romano son incuestionablemente sus mayúsculas y por encima de todo las mayúsculas inscritas  que aparecen a finales del siglo I d.C. Se habían usado incripciones  en muchas civilizaciones anteriormente, pero la extrema sutileza, belleza y elegancia de los caracteres de esas inscripciones romanas, las capitalis monumentalis, eran diferentes. Directa o indirectamente,  esas letras proporcionaron el modelo para casi todos nuestros tipo  de mayúsculas de texto , así como para muchas  de las mayúsculas ornamentales y caligráficas.

En términos caligráficos, no resulta útil otro tipo de letra romana; la mayúscula Rústica. Ésta nos conduce  a otros ductus que, a diferencia de la capitalis monumentalis, también sirvió  como letra manuscrita.
Cuando el Imperio Romano  Occidental cayó en el declive y se fragmentó, gran parte de las escrituras se regionalizaron cada vez  más intensamente. La Unicial, sin embargo,  mantuvo  gran parte de  su integridad durante ese periodo romano tardío . Esta letra se puede contemplar como una interpretación latina de la Unicial Griega. La mayor parte de los textos cristianos estaban  escritos en griego, por tanto se observaba de forma casi reverencial. Los primeros textos latinos cristianos estaban escritos con esa letra.

Hacia el siglo VI d. C la Uncial desarrolló diversas características, sobre todo en relación con lo que ahora definimos como trazos ascendentes y descendentes. Ahora llamamos Seminucial a esa letra. Dos  desarrollos  significativos tuvieron impacto  en esta letra. El primero tuvo lugar ene le norte de Bretaña e Irlanda, donde la Semuncial alcanzó gran magnificencia,  con se observa en le Libro de Kells y los Evangelios de Lindisfarne, que probablemente no se ha superado nunca. Estos libros fueron escritos para mayor gloria de  Dios y por lo tanto eran lo mejor que se podía hacer con respecto a escritura, iluminación y encuadernación.

La Seminuncial también  era una letra muy importante en la Europa continental, donde se usaba tanto para el trabajo secular com no secular, aunque se escribía de forma más rápida y por tanto tenai  un carácter mucho más cursivo. A finales del siglo VIII,  Carlomagno  había  establecido el primer imperio  post-romano, que se extendia desde el Báltico  hasta el norte de Italia. Carlomagno se veia a sí mismo  como heredero de la Roma Imperial, con la literatura y la expansión  del conocimiento  como elementos clave de su misión civilizadora.



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